Para realizar este mapa/diagrama he procurado representar la complejidad que se halla en el sistema de arte visual contemporáneo con aquellos actores y procesos que colaboran para producir, exhibir y distribuir el arte. Esta representación visual está inspirada en la teoría de Howard Becker (2008), quien en su obra Los mundos del arte describe el arte como una actividad colectiva, resultado de la coordinación entre múltiples agentes. De ahí la unión y la cooperación de estos agentes.
Una de las decisiones clave en el diagrama fue identificar y diferenciar entre actores humanos y no humanos. Los actores humanos incluyen a los artistas, curadores, críticos de arte, coleccionistas, galeristas y públicos, todos ellos fundamentales en la producción, difusión y recepción del arte. Por otro lado, los actores no humanos comprenden espacios expositivos (como los museos y las galerías), plataformas digitales, instituciones y medios de comunicación, que proporcionan los contextos y recursos necesarios para que el arte circule y sea apreciado.
En el diagrama, cada actor está vinculado a los procesos que activa dentro del sistema del arte. Los artistas, por ejemplo, no solo crean obras, sino que también colaboran en exposiciones junto con curadores y mediante espacios expositivos. Los curadores seleccionan, organizan y dotan de significado a las obras en los espacios expositivos, mientras que los críticos median entre la obra y el público a través de sus valoraciones. Los coleccionistas y galeristas, por su parte, juegan un rol clave en el sostenimiento del mercado del arte, al tiempo que los medios de comunicación promueven las producciones. A su vez, las plataformas digitales facilitan nuevas formas de distribución y exposición para el público. Además, los espacios y las instituciones son fundamentales, pues en ellos se generan los encuentros entre el arte y el público, y se legitiman las obras como tales. La ubicación de los actores en el diagrama responde a las relaciones y flujos de intercambio que se producen entre ellos junto con su función.
Estas dinámicas responden a la idea de que la creación artística es una actividad coordinada, donde todos los participantes son necesarios para que la obra se realice y sea apreciada como arte (Becker, 2008, página 18). De esta forma, se refleja la interdependencia de los actores y los procesos que activan, mostrando cómo cada uno de ellos contribuye a la definición y validación de las obras. Se reconoce que los artistas no trabajan en aislamiento, sino que dependen de un sistema colectivo de soporte
En conclusión, este diagrama busca captar esta red de relaciones que sincronizan la actividad de los diferentes actores en torno a la obra de arte. Estos, confluyen y generan intercambios que permiten la creación, difusión y recepción del arte, mostrando que la actividad artística no es individual, sino colectiva y organizada.
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