Planteándome el punto de partida he pensado en uno de los espacios en donde más he dejado fluir mi creatividad y ha conseguido inspirarme, una cafetería del centro de Palma que funciona también como espacio cultural y de encuentro. Se llama Batx y se trata de un lugar donde conviven lo cotidiano y lo creativo: personas que van a tomar café, artistas que exponen o pequeñas actuaciones. Me interesa trabajar desde este contexto por su carácter abierto, cercano y dinámico, donde el arte se mezcla con la vida diaria. Su ambiente invita a la participación, al intercambio y a la conversación espontánea, generando un contexto perfecto para experimentar con propuestas que surjan del contacto directo con las personas y del diálogo entre arte, comunidad y cotidianidad.